Si llevas tiempo preparando tu proyecto y por fin ha llegado el momento de formalizar estas ideas, puede que una de las primeras dudas con las que te has topado haya sido: qué diferencias hay entre ser autónomo o crear una empresa.
A continuación te aclaro lo que deberías tener en cuenta para ir despejando esas dudas.
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¿Cuánto se tarda en montar una S.L. o en darse de alta como autónomo?
Darse de alta en autónomos es mucho más rápido que crear una empresa.
Una vez obtenido el certificado digital, en 24 horas puedes ser un autónomo dado de alta en Hacienda y Seguridad Social.
En el caso de que quieras constituir una S.L., el proceso es algo más lento.
Si puedes hacerlo a través de un punto PAE, podrías tenerla lista en una semana, aunque puedes tardar algo más al tener que registrar el nombre, abrir una cuenta bancaria y pedir cita en el notario.
Desembolso inicial para constituir S.L. o hacerse autónomo
Para darte de alta como autónomo, no tendrías que poner ni un euro al inicio, ya que tú mismo puedes tramitar el alta.
Solo en el caso de que se lo encargues a una asesoría, te cobrarán unos 40 €.
En el caso de creación de una nueva sociedad, la cosa se pone un poquito más grave, ya que tendrías que preparar unos 3.000 € para formar el capital social obligatorio más el coste de las gestiones de la asesoría, registro y notaría.
Costes habituales de cada actividad
Estando dado de alta como autónomo, los gastos mensuales de gestión son más asequibles que los de una sociedad, que lleva una contabilidad más compleja y otro tipo de impuestos y modelos fiscales.
¿Qué responsabilidades económicas tendrás si tienes una S.L. o solo eres autónomo?
A la hora de rendir cuentas ante una sanción tras una inspección de Hacienda o un embargo, estar bajo la figura del autónomo te pone en la situación de mayor desprotección.
Mientras que una S.L., “a priori”, solo responde con el patrimonio de la sociedad, ya sean estos los bienes a nombre de la empresa o el propio capital social, en el caso del autónomo, es este quien debe afrontar estos posibles pagos con su patrimonio personal, poniendo en riesgo todos sus bienes y capital.
Conseguir financiación
Por lo general, los bancos u otras entidades financieras, suelen confiar más en las sociedades que puedan presentar buenos datos económicos.
Lo cierto es que, en cualquier caso, es difícil conseguir un crédito bancario sin algún tipo de aval o garantía.
Cuando un autónomo busca financiación en inversores particulares o lanzaderas, es normal que estos inversores pidan que se constituya una S.L. para entrar al juego adquiriendo parte del capital.
Imagen comercial
Por lo general, una S.L. proyecta una imagen más seria al exterior que la de un autónomo.
Los clientes, colaboradores y proveedores se sentirán más seguros tratando con una empresa que con una sola persona física.
Sin embargo, hay sectores en los que una marca personal potente y con cierto recorrido, puede dar incluso mejor imagen que una S.L. tradicional poco asentada.
Trabajar con socios en una S.L. o como autónomo
Si tienes claro que tu proyecto contará con socios, lo más adecuado será constituir una S.L.
De este modo, todo quedará bien atado de cara a futuros inversores, a la incorporación de más socios, a la ampliación de plantilla o al posible reparto de beneficios.
¿Qué diferencias tienen en cuanto a los impuestos?
El autónomo tributa por el I.R.P.F. (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas), la declaración de la renta, vamos. Eso sí, este es un impuesto progresivo (cuanto más ganas, más porcentaje has de pagar).
Las sociedades, por otro lado, tienen el Impuesto de Sociedades para tributar en función a los beneficios obtenidos. Al contrario del de la renta, este no es progresivo.
¿En qué momento interesa pasarse de autónomo a S.L.?
Las sociedades pagan un 25 % de impuesto, que además, tiene un tipo impositivo para empresas de nueva creación del 15 %.
Por otro lado, la renta de los autónomos varía en función de sus ingresos, yendo desde un tipo del 19 % hasta el 49,5 % (dependiendo de la Comunidad Autónoma).
Visto así, la sociedad parece más rentable fiscalmente, aunque tiene la pega de que si queremos llevarnos un salario a casa o incluso todo el beneficio que genere la S.L., tenemos que pagar un 19 % por disponer de ese capital, por lo que la situación en ambos casos se queda muy parecida a partir de unos beneficios de entre 40 y 50 mil €.
Esto no es una ciencia exacta y depende de varios factores que deberían ser comprobados por un profesional.
Conclusiones
Te dejo con un resumen de estos puntos más importantes, para que puedas comparar ambas opciones de un vistazo.
Autónomos
PROS | CONTRAS |
Costes más reducidos No hay desembolso inicial Tiempo de constitución más rápido Gestión sencilla | Responsabilidad ilimitada Menor acceso a financiación Dificultad para añadir socios Más tributación por beneficios altos |
Sociedad limitada (S.L.)
PROS | CONTRAS |
Responsabilidad limitada Financiación más fácil Imagen comercial Tributa menos con beneficios altos | Costes más elevados Desembolso inicial Tiempo de constitución Gestión complicada |
Espero haberte despejado las dudas más comunes ante esta indecisión. No obstante, siempre es conveniente que te dejes asesorar por un experto en fiscalidad para que analice bien tu caso y pueda darte una opinión acertada.
Si te han quedado más dudas, déjame aquí abajo un cometario y estaré encantado de echarte una mano.